Donde no había lobos es la epopeya de Anciana, la heroína que lidera a un grupo de personajes, singulares y únicos, envueltos en un grave conflicto ancestral. Anciana es una mujer sabia y con un poder inmenso, un personaje imprescindible de gran fuerza interior capaz de mantenerse como un colosal nexo de unión durante toda la trama.
(Ilustrado por Pepa G. Lillo y Gabriel Navalón).
Esta novela se divide en tres episodios. Hoy empezamos con
Ámbares
Una colonia de brujas asentada en las profundidades de las cuevas de ámbar que pueblan los bosques del este de un pequeño pueblo de montaña despierta para asolar todo lo que toca. La lidera, la malvada Tirana que pretende repoblar su clan secuestrando a pobres aldeanas, algo totalmente prohibido por el Tratado de Paz firmado por ella misma y por el Preboste del lugar en el pasado. Para combatir esta terrible plaga, la venerable Anciana, sabia y respetada por todos incluso por las malditas arpías, guiará a sus vecinos con un plan infalible que implicará a toda la comarca. Afortunadamente para ella, cuenta con la ayuda de los lobos, enemigos ancestrales de las hechiceras. Las brujas crean un conjuro potentísimo con el fin de eliminar a Anciana y acabar con la resistencia. Con su venerada vecina anulada por completo, los lugareños viajarán lejos de sus fronteras para buscar una solución a la guerra que amenaza la vida tranquila que han llevado hasta entonces.